12 julio, 2008

DIFICULTADES EN LA ECONOMIA....

Miguel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España.
EFE - 13/07/2008

La crisis entra en la segunda fase
El recrudecimiento de las turbulencias financieras oscurece la situación económica
ÍÑIGO DE BARRÓN - Madrid - 13/07/2008

Resolver una crisis siempre es difícil. Enfrentarse a tres a la vez es casi una proeza. Los expertos llaman a esta situación la tormenta perfecta, con tres frentes activos en plena ebullición. El petróleo firmó el pasado viernes su enésimo máximo histórico, por encima de los 147 dólares por barril, casi el doble que hace un año. Los alimentos básicos se han encarecido más de un 30% y han causado hambrunas en 30 países en los últimos meses. Y las turbulencias financieras, que desataron la tormenta hace un año, están muy lejos de remitir: la crisis de las hipotecas basura ha provocado pérdidas de más 250.000 millones de euros en la banca internacional y ha secado los mercados. Tras el rescate en marzo de uno de los grandes bancos de inversión, Bear Stearns, las grandes firmas hipotecarias de EE UU -Freddie Mac y Fannie Mae- están ahora en el ojo del huracán. IndyMac ha protagonizado la mayor bancarrota norteamericana en 20 años. Y las Bolsas temen ahora una recaída del sector financiero.

La caída del crudo y la vuelta de la liquidez, claves para la recuperación
La consecuencia de todo eso es el frenazo de la economía mundial. "La fase de crecimiento bajo en la que hemos entrado podría prolongarse más de lo inicialmente esperado", según dijo esta semana el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en un almuerzo en la Cámara de Comercio Americana, ante decenas de empresarios y responsables de multinacionales. A los postres, el comentario más frecuente era que hemos entrado "en una segunda fase de la crisis. Las turbulencias financieras y el petróleo han impactado con mucha fuerza en la economía real", según un ejecutivo presente.

El debate ya no es si España está o no en crisis. El asunto es si España, Europa y Estados Unidos están cerca de entrar en recesión. "Puede que sea Alemania-que hasta ahora había resistido bien- la que atraviese una fuerte crisis o recesión", avisó Ordóñez.

Los datos económicos empeoran con el paso de las semanas: el Euríbor sigue en posiciones elevadas, en el 5,38%, pese a los intentos de frenarlo por parte del BCE con la promesa de que no habrá más subidas de tipos, al menos por el momento. El petróleo se acercó el viernes a la cota de los 150 dólares, y la inflación escaló hasta 5% en junio, el peor dato en 13 años. La semana se cerró con una caída del 3% en la Bolsa española -que acumula un retroceso del 25% en lo que va de año-, y con la constatación de que en el tercer trimestre la economía española puede destruir empleo en términos interanuales por primera vez en 13 años. La temida estanflación (estancamiento con inflación) se acerca: cada día hay menos dudas de que el crecimiento del PIB de España en el segundo trimestre estará en torno al 0%.

La pregunta clave es cuánto va a durar esta situación. El problema es que nadie lo sabe. Los principales servicios de estudios desconfían abiertamente de la capacidad de recuperación de las economías industrializadas, y en particular, de la norteamericana. Por otro lado, las únicas regiones que siguen funcionando con Asia y América Latina. "Pero también es incierta la verdadera capacidad de resistencia de las economías emergentes si los países desarrollados pierden fuerza", según el Banco de España.

La situación asusta al más osado. En marzo pasado, tras superar la quiebra de Bear Stearns, se pensó que el peligro de una crisis financiera con recesión global había pasado. Sin embargo, hace tres días, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, admitió que no sabía cuánto duraría la crisis, y apuntó que la salida del túnel se verá en el segundo semestre de 2009.

Lo mismo opina el vicepresidente Pedro Solbes. La situación de España se ha agudizado por la crisis inmobiliaria. La falta de crédito ha acelerado la caída de un sector muy recalentado. Las ventas de viviendas cayeron un 31% en el primer trimestre. El sector bancario lo nota con la subida de la morosidad. Hasta abril pasado, los créditos con riesgo de impago crecieron un 105%, aunque todavía representan el 1,37% del total.

¿La solución? Los analistas coinciden en que la caída del crudo y el restablecimiento de los mercados financieros son dos piezas básicas para mejorar la situación. Con más crédito y el petróleo más barato, la inflación y los tipos de interés podrían relajarse. Eso aliviaría a los hipotecados, a las empresas y animaría el consumo. Pero no parece que esa salida esté a la vuelta de la esquina.

1 comentario:

Recomenzar dijo...

te felicito por tus blogs son una maravilla