02 agosto, 2013

UN POCO DE HISTORIA: LA CONSTITUCION Y GREGORIO LUPERON.....

(*)...Aunque parezcan extraños a esta obra estos capìtulos, los colocamos  porque hemos deseado que en ella estèn expresadas todas nuestras convicciones" , (General Gregorio Luperòn).

De su obra "NOTAS AUTOBIOGRAFICAS Y APUNTES HISTORICOS".

"...Todas las constituciones polìticas de la Repùblica Dominicana han sido violadas por la mayor parte de nuestros gobiernos".

El artìculo primero de todas dice asì:

"La naciòn dominicana es y serà siempre libre o independiente, y su gobierno civil, republicano, democràtico, bajo la forma representativa, alternativa y responsable".

Este es un artìculo de lujo, porque fuera de los gobiernos de Espaillat y de Meriño, ningùn otra ha sido civil ni democràtico, excepciòn hecha de los gobiernos provisorios presididos por Luperòn y otros que han sido liberales.

No han sido responsables porque el General Santana impunemente asesinò la Repùblica y la anexò a España...El General Buenaventura Bàez violò las leyes cuantas veces le convino e hizo cuanto pudo para vender la Repùblica a los yankees.

El General Heureaux no respeta ninguna ley y tiene gran empeño en acabar para siempre con la Repùblica, sin que la naciòn se ocupe en hacerlo responsable de sus iniquidades....Jamàs se ha verificado la alternaciòn de los partidos sin sangrientas luchas y lamentables desgracias.

Rara vez la naciòn ha hecho uso de sus derechos y de sus deberes, garantizados por el articulo 7mo., sobre todo en la parte que señala a los ciudadanos la facultad de velar por la conservaciòn de las libertades pùblicas.

El el artìculo 10, que trata de la ciudadania, y prescribe que se pierde por haber servido contra la Repùblica, hay evidente falsedad, porque los que sirvieron contra la Repùblica en favor de España, fueron llamados, despùes de la guerra, a ocupar destinos pùblicos.Es una mentira el artìculo 13, que establece la libertad individual como derecho sagrado e inviolable. Tambièn lo es el artìculo 14, que dice que ningùn dominicano podrà ser distraìdo de sus jueces naturales, etc., con su inciso primero, que dice: "...En ningùn caso podrà alterarse la forma de los juicios"... puès que los gobiernos arbitrarios jamàs han respetado a los ciudadanos, prendièndolos, expatriàndolos y fusilàndolos, sin ninguna forma de juicio.

Es completamente nulo el artìculo 16, que dice: "A ninguno se le puede obligar a hacer lo que la ley no manda ni impedìrsele lo que la ley no priva", puès que hemos visto gobiernos como los de Santana y Bàez obligar a los ciudadanos, contra la Constituciòn, a firmar anexiones a España y a los Estados Unidos de Amèrica.

Es igualmente falso el artìculo 17, que dice: "No podrà imponerse castigo alguno sin previa condena de tribunal competente, etc.", y su inciso ùnico, que dice: "Jamàs podrà ponerse a ningun ciudadano fuera de la ley". Santana, Bàez y Cabral declararon, por ejemplo, fuera de ley a todo expatriado que, sin permiso del gobierno, desembarcar en el territorio de la Repùblica.

Falso es tambièn el artìculo 21, que reza de este modo: "El domicilio es sagrado e inviolable, y no podrà ser allanado sino en los casos previstos por la ley y con las formalidades que ella prescribe". Los tiranos no han respetado, no digo el domicilio, pero ni la vida de ningùn ciudadano, consideràndolos a todos como a gente sin derechos.

Es falso tambièn el articulo 22, concebido en esta forma: "Los dominicanos pueden imprimir y publicar libremente sus ideas, sin previa censura y con sujeciòn a las leyes, pùes que ninguno ha podido publicar sus ideas libremente con Santana ni con Baèz ni con Guillermo ni con Heureaux.Es falso el artìculo 27, que dice: "Los empleados pùblicos son responsables del mal desempeño de sus funciones, y pueden ser denunciados por cualquier ciudadano, sin previa autorizaciòn". Sòlo se ha verificado este hecho una sola vez por el valeroso pueblo de Santiago de los Caballeros contra Gonzàlez, en 1876.

Santana, Bàez, Cabral, Gonzàlez, Cesàreo Guillermo, Heureaux y Gil, faltaron al juramento impuesto a los Presidentes en el articulo 56, que dice: "Juro por Dios y los Santos Evangelios observar y hacer oservar la Constituciòn y las leyes del pueblo dominicano, respetar sus derechos y libertades y mantener la independencia nacional".

Gonzàlez violò el artìculo 61 de la Constituciòn,dando òrdenes sobre la Hacienda Pùblica y mandatos de prisiòn contra ciudadanos honrados y pacìficos, sin estar aquellas refrendadas por los Ministros del ramo. tambièn sobornò la Convenciòn Nacional de Marzo de 1875 para hacerla anular los articulos 2do y 3ro. de la Constituciòn del Estado que decìa: "...La parte española de la isla de Santo Domingo y sus islas adyacentes forman el territorio de la Repùblica Dominicana; sus lìmites son los mismos que en 1793 la dividìan por el lado de occidente, de la parte francesa. Estos lìmites quedan definitivamente fijados". Artìculo 3ro.
El territorio de la Repùblica es y serà inalienable. Ningùn poder ni autoridad podrà enajenar el todo o parte alguna de èl en favor de ninguna otra potencia".
En lugar de esos dos artìculos tan terminantes y previsores, el Congreso fijò el articulo 2do de la manera siguiente:
"..Artìculo 2do. El territorio de la Repùblica comprende todo lo que antes se llamaba "parte española" de la isla de Santo Domingo y sus islas adyacentes. Un tratado especial determinarà sus lìmites por la parte de Haitì".

El artìculo 3ro. de la Constituciòn de Marzo de 1875 sòlo dice que el territorio de la Repùblica se divide en provincias y en distritos marìtimos. Todo esto fue hecho con la intenciòn de poder entrar libremente en negociaciones secretas con el gobierno de Haitì, con la esperanza de negociar parte del territorio dominicano.
Desde entonces, como la Constituciòn no señala ninguna pena o castigo a los gobernantes que enajenan o venden una parte del territorio, tiene la desventurada Repùblica, una pandilla de pulpos polìticos, que no se afanan por otra cosa, sino por acabar con la patria y venderla cualquier precio.

La Constituciòn de la Repùblica sòlo ha sido respetada religiosamente por el gobierno del honrado General Don Josè D. Valverde, por algunos de los gobiernos provisorios del Cibao, el del ilustre Espaillat, el del Padre Meriño, y el del General Gregorio Billini. Porque el del General Gaspar Polanco la violò con la muerte inicua del ex Presidente Josè Antonio Salcedo. El gobierno del General Pedro Antonio Pimentel la violò con las persecuciones y prisiones de respetables ciudadanos que no cometieron falta alguna, aunque no expatriò ni fusilò a ningùn ciudadano. El Gobierno del General Alejandro Woss y Gil, la violò tambièn fusilando bàrbaramente a dos individuos en la càrcel de Santo Domingo, sin previo juicio. Y mientras la naciòn no sea celosa de sus prerrogativas y de sus libertades, larguìsimas discordias seràn el resultado de su indiferencia por sus derechos.

No debieran olvidar los dominicanos que los gobiernos honrados, equitativos y justicieros, son los que sirven de verdadera enseñanza polìtica, a los pueblos propensos a la tiranìa y a la crueldad, y que nada vale la ciudanìa en una naciòn donde no puede reclamar el ciudadano protecciòn ni justicia. Los gobiernos opresores que temen a la opiniòn pùblica, explotan el trabajo del pueblo, vilipendian a los ciudadanos y deshonran la patria. Donde imperan no hay Repùblica; es un feudo que de vez en cuando cambia de Señor.

Asì como en los viejos tiempos de las heroicas cruzadas habìa exaltaciòn de generocidad, de delicadeza, de pundonor y desinterès, cosas todas que determinaban las acciones, inspiraban las hazanas y purificaban los fines, hoy, en los pueblos despotizados, en la Repùblica Dominicana, por ejemplo, sòlo predomina el sentimiento del goce, de la bajeza de la indignidad y de la relajaciòn, pudiendo esa llamarse la cruzada de la tiranìa, de la corrupciòn y de la vileza. TRISTE, ESPANTOSO Y LAMENTABLE CUADRO!....

FUENTE: Notas Autobiogràficas y Apuntes Hìstòricos del General Gregorio Luperòn....

REMEMBRANZAS...GENERAL GREGORIO LUPERON...



"...Las naciones son siempre lo que quieren ser, y no lo que algunos quieren que ellas sean"...-asì escribiò el autor de Notas Autobriogràficas y Apuntes Històricos, General Gregorio Luperon, un verdadero hijo de su època, casi increìble, que con la escasez de medios que contò en su infancia llegara a encarnar la conciencia màs pura, en lo civil y en lo militar de la Repùblica Dominicana que habìa surgido tan sòlo cinco años despuès que èl, naciò el 8 de setiembre de 1839.
Su familia?...Pobrìsima, sin ventosos abalorios de abolengo, naciò en una comunera secciòn de Puerto Plata.

Don Manuel Rodrìguez Objio en su obra "Gregorio Luperòn e Historia de la Restauraciòn" (Tomo I), dice textualmente:...."La residencia en el campo debiò familiarizarle con los hàbitos de quellos lugares y hacer de el un hombre completo por lo que respecta a la educaciòn fìsica. Sobrio por naturaleza, osado hasta la temeridad, hàbil en el manejo de las armas diestrìsimo jinete y peòn infatigable; parece pues que la Providencia le amoldaba para las rudas tareas que iba a imponerle un dia".....

Al hacer historia, escribirìa por mejor decir, Pedro Ma. Archabault cuenta..." que a los 12 años trabajaba en el corte de madera propiedad del señor Duboc en Puerto Plata, pocos años despuès a los 18, abraza para siempre lo que serà su gloria, las armas y la polìtica, atrincheràndose en la fortaleza San Luis de Santiago en julio de 1857 en un movimiento contra el gobierno de Baez."....

Se entrega en cuerpo y alma a la guerra restauradora que habrìa de ser su corona en vida y su gloria en la muerte. Hombre cabal en el campo de batalla y en el seno del hogar patrio, sirvièndole de muchas maneras: Consejero polìtico, Asesor del Estado, Ideòlogo Republicano, Presidente de la Repùblica, orientador de juventudes, luchador indomable contra los entuertos de los tiranos, defensor incansable de la soberanìa nacional frente a Haitì y España.

Gregorio Luperòn supo ser el mejor, como diplomàtico , el màs acabado y completo relacionador
pùblico de la Española apenas conocida y nunca mencionada como repùblica soberana, pues se entendìa que la isla era una y era Haitì, ante la monumental reina Victoria de Inglaterra, Otto Von Bismark de Alemania, Grevy y Cambetta de Francia este ùltimo, pràcticamente fundador de la tercera Repùblica francesa concluìda la guerra franco-prusiana (1870-71).

Obras son amores y no buenas razones, asì, quien supo decir y escribir bonituras sobre la patria cuando fue presidente de ella en 1880 durante el gobierno provisional con sede en Puerto Plata, demostrò, con hechos palpables lo que escribià y decía.

Sus ejecutorias de estadista nos lo muestran un hombre pràctico. Honrado a màs no poder. Recto de intenciòn e inconmovible en sus principios democràticos. Mejora el servicio militar obligatorio que rigiò en la Repùblica, pràcticamente hasta la caìda de la dictadura trujillista. Creò el Cuerpo de Bomberos. Garantizò la libertad de prensa, no sòlo de palabras hueras sino subvencionando con $40.00 pesos, suma astronòmica en la època, al mes toda publicaciòn peridìstica que se editara progubernamental o no; la publicaciòn de libros fue subvencionada con $25. Alimentò, vistiò y pagò el ejèrcito como debìa ser, y por sobre todas las cosas posibles defendiò tesoneramente la libertad de todos los dominicanos.

El paìs, como por arte de magia se tranquilizò. La histeria polìtica tumbadora de gobiernos, que como un millòn de demonios se habìa abatido sobre la Repùblica desde la caìda del eximio Presidente Espaillat, que entre los años 1876/79, tan sòlo tres años pusò y tumbò siete presidentes, un record....(¡¡??)...se calmò.

Pero èl no quiso seguir siendo presidente. Por màs que se le pidiò. Hablò, y nos lo cuenta en su obra, Notas Autobiogràficas y Apuntes Històricos, de Bonò, de Billini, de Meriño, de Casimiro de Mora, incluso del mismo Lilìs, a quien no conocìa en verdad y de quien luego serìa valiente opositor; èl dijo..." que no, que no, que no eran indispensables para el paìs los hombres sino la reciedumbre de las instituciones...el problema es, entiendo, que las instituciones republicanas no caen del cielo como los aguaceros, sino que son los ciudadanos confiables y serios"...como lo fue èl, quienes tienen que sembrarlas y cultivarlas, pero misteriosamente no quiso involucrarse en la regencia del paìs màs de lo que habìa hecho.

¿Razones?...volvemos a decir, un misterio de su sòlo corazòn...Es muy probable que si a un gobierno de Cuatro años de LUPERON, siguiera otro, de cuatro tambièn, de MERIÑO, y otro de BONÒ, y otro de MOYA, y otro de BILLINI.....otra fuera nuestra historia patria hoy dia...muy otra, pero tanta belleza no cabe en la realidad!....

Gregorio Luperòn tuvo un sueño que sòlo se limitò a esbozar no fuera a ser que se convirtiera en pesadilla al despertar, como efectivamente sucederìa si volviera a vivir, si fuera posible que volviera a vivir......


13 junio, 2013

14 DE JUNIO...UNA FECHA QUE CAMBIO LA HISTORIA....







UNA VIDA AL SERVICIO DEL
PUEBLO DOMINICANO
MANUEL TAVAREZ JUSTO

Un recuerdo para un luchador democràtico que combatiò al trujillismo y a las fuerzas neotrujillistas del balaguerismo, apoyadas por los Estados Unidos.
Por: Luis Mayobanex Rodrìguez (Argenpress)
 
Manolo Tavarez, líder del Movimiento Revolucionario '14 de Junio', inicio el 28 de Noviembre de 1963 una insurgencia armada en la zona rural de Repùblica Dominicana que guardaba como objetivo la restauraciòn del gobierno de Juan Bosch, desplazado del poder dos meses antes mediante un golpe de estado promovido por los Estados Unidos. El 21 de diciembre del mismo año Manolo morirìa asesinado.
 
Manolo Tavarez Justo fue un producto extraordinario de un periodo en la historia nacional de bùsqueda, definiciòn y rebeldìa.
 
Manolo se reafirmò en sus creencias polìticas y en su sueño de naciòn libre en medio de una sociedad medularmente violenta, intolerante y excluyente; en un entorno donde predominaba la desconfianza, el temor y el terror. Donde ser autèntico se pagaba con la libertad y hasta de la vida.
A Manolo le toco vivir intensamente las consecuencias que para una naciòn significaba estar sometida a un règimen decrèpito, antihistòrico y en crisis terminal. Un règimen aislado en el marco internacional y rechazado hasta por sus antiguos aliados.
 
Vivir, ademàs, en su sentido de tragedia y esperanza la repatriaciòn armada de junio de 1959, acontecimiento històrico que lo marcarìa para siempre y seria nutriente permanente en sus convicciones ideològicas y propuestas polìticas.
 
Consecuente con su tiempo y sus creencias, Manolo vio en la derrota de la insurgencia armada del '59 la posibilidad real de enfrentar y derrotar a la dictadura de Trujillo. Comprendiò que el movimiento guerrillero de Constanza, Maimon y Estero Hondo ayudarìa a incrementar el repudio en contra de la dictadura. Encontrò en los expedicionarios razòn para seguir luchando, no motivo para el abandono del ideal ni la deserciòn polìtica. Reaccionò consciente de que el futuro se construìa en el momento exacto en que vivìa.
 
Por eso sale, junto a un grupo de sus màs cercanos compañeros de ideal, entre ellos su adorada y brillante Minerva Mirabal, a darle forma orgànica a la resistencia antidictatorial. Adquiere conciencia del valor de la organizaciòn en la lucha polìtica con propòsito transformador. Lentos, pero sin pausa, salieron a difundir su mensaje liberador. A ganar adeptos. Asì va creciendo su proyecto y el Movimiento Clandestino 14 de Junio, con todo su simbolismo històrico y compromiso de futuro, se convierte en una incuestionable realidad en la nariz misma de la dictadura, en su propio vientre.
Las banderas programáticas y el sacrificio de los expedicionarios del '59 encuentran en el proyecto de Manolo sus mas consecuentes continuadores.De esta manera se articula el màs serio esfuerzo orgànico de la resistencia interna. Develado en Enero de 1960, sorprende hasta a la misma dictadura sus ramificaciones y alcance; la diversidad social y la calidad de sus integrantes. Cientos y cientos de ellos son apresados y torturados, incluidos Manolo y las hermanas Patria, Minerva y Marìa Teresa Mirabal.
 
La resistencia continùa. Adquiere forma y expresiòn en las erigisteis del r�gimen y en una sociedad controlada y atemorizada. Sedienta de sangre, la dictadura continuaba destrozando todo lo que asume como obstàculo a los propòsitos perversos del tirano, sus familiares y cortesanos màs cercanos.
Las alas de las mariposas son calcinadas. El 25 de noviembre de 1962 son asesinadas las hermanas Mirabal. La patria llora su impotencia, al tiempo que acumula mas odio y rebeldìa. Ojo de Agua, Salcedo, recorre la geografìa mundial, al tiempo que sus heroìnas acceden a la inmortalidad.
Sin embargo, el barco naufragaba. El entorno internacional màs cercano mostraba su rechazo al règimen de terror. La conciencia dormida de un pueblo despertaba, penetrando con su ìmpetu liberador la estructura misma de poder en que por 30 años se habìa mantenido la dictadura de Trujillo.
 
La còpula de la iglesia catòlica, històricamente comprometida y beneficiaria del règimen, se suma a la protesta y a la condena del reino del miedo, de la negaciòn de la libertad y la dignidad humana. Su Carta Pastoral de los inicios de 1961 contribuyò, al margen de sus reales intenciones, a la campaña internacional articulada contra Trujillo y sirviò de aliento a la resistencia interna.
Desde la càrcel Manolo, y parte de sus compañeros, renovaron el compromiso. El dolor ante la pèrdida de lo amado no anula la razòn, tampoco ahoga el grito contenido de libertad. Es la hora de los hornos: o se claudica o se templa el espìritu de rebeldìa.
 
El horror toca otras puertas y provoca las muestras de dignidad que aun laten en el espìritu encarcelado de seres humanos subalternos del règimen. Hasta el poder imperial, que nunca ha conocido el pudor, ya habìa opinado que el dictador era un 'hijo de puta', aunque propio, del cual habìa que salir antes que perderlo todo. Cuba es un ejemplo de dignidad y esperanza demasiado cercano y contagioso. Es un faro de esperanza hacia el cual miran miles de domincanos/as. Ejemplo emancipador que quiere emular en este y en otros continentes la contestaria generaciòn polìtica de los '60.
 
En ese contexto se produjo el atentado y ajusticiamiento de Rafael Trujillo el 30 de mayo de 1961, por parte de un grupo de antiguos y activos miembros de los cìrculos militares del poder.
Si bien este acontecimiento marcò el inicio del fin de la dictadura, no significò el colapso inmediato de la estructura polìtica, militar y legal sobre la cual habìa sido edificada.
 
Se dio, a partir del 30 de mayo, un complejo, convulso y doloroso proceso que cubrirìa la primera mitad de los '60'.Su punto màs sobresaliente lo constituirà el empeño de unos pocos por sostener el andamiaje y las figuras bàsicas del règimen decapitado, mientras que por el contrario viejas y nuevas fuerzas sociales y polìticas pugnando por darles termino al remanente, aun determinante, de la dictadura y abrir la sociedad a un real proceso de libertad y democratizaciòn.
 
En esa hora definitoria de la historia, un presidente titular buscando situarse en el medio de estos excluyentes propòsitos. Un presidente titular que busca reafirmarse como tal temeroso de las fuerzas que buscan desatarse, pero sin voluntad ni recursos para confrontar a los descendientes mas directos de Trujillo y figuras claves del poder dictatorial.
 
Aun con toda su carga de muerte y dolor, este proceso de apertura a una primera fase de un règimen democràtico se proyectaba como inevitable.Sorteado, aunque no superado del todo, el vendaval sangriento de la contraofensiva de los remanentes del trujillismo, se afianza en el escenario nacional la voluntad de cambio y el reclamo de destrujillizaciòn de la sociedad. Surgen las expresiones polìticas organizadas de diversa fuerzas sociales, entre ellas las tres que predominaròan en el primer lustro de la dècada del '60: el Partido Revolucionario Dominicano -PRD-, Uniòn Civica Nacional -UCN- y la Agrupaciòn Polìtica 14 de Junio.
 
De estas importantes organizaciones, el 14 de Junio emerge de la clandestinidad en julio del '61 encabezada por Manolo, el m�s prominente prisionero polìtico de esa època. Desde sus inicios se proyecta como una agrupaciòn sin ningùn tipo de vìnculos con el pasado que se buscaba enterrar.
Con la pasiòn y el arrojo que les caracterizaron, Manolo y el 14 de Junio se lanzaron a la lucha por desmantelar las esferas de poder que garantizaban el trujillismo sin Trujillo. Unas esferas del poder dictatorial que Joaquìn Balaguer no se atrevìa a tocar y que perversamente esperaba fueran destruidas por la acciòn popular, para el recoger sus frutos y hacerse dueño de un poder que no se atrevìa desafiarle a Ranfis Trujillo, hijo mayor del tirano, y demàs familiares.
 
Ya no era posible controlar el proceso desde el poder mismo, como pretendìa Balaguer. El regreso de exiliados, la libertad de prisioneros polìticos y la acciòn publica de diversos partidos, lejos de mediatizar, agudizaron el accionar antidictatorial ciudadano.
Para el '14 de Junio' la lucha contra los remanentes no solo contemplaba a los hijos y familiares del dictador, sino tambièn a Balaguer. Para el '14 de Junio' la destrujillizaciòn era una condiciòn fundamental para la democratizaciòn del paìs. Esta ultima era una consecuencia de la primera.
La presiòn popular, la ausencia de un lìder y una opciòn polìtica que pudiera unificar a los partidarios del status quo, los conflictos en los mismos mandos y estamentos militares y la ausencia de un consenso entre los principales partidos que permitiera una salida negociada a la crisis, hacia inexorable el derrumbe del viejo règimen.
 
Conscientes de esa realidad en desarrollo, Ranfis y los hermanos del dictador se juegan la aventura de hacerse nuevamente del poder total, incluyendo el Ejecutivo en manos de Balaguer. Al estar fuera de tiempo, esta acciòn fracasò irremediablemente. Asì no hay futuro en el marco nacional para los Trujillo; solo el destierro le quedò como salida.
 
La mitad misma de noviembre del '61 marca la salida para siempre de los familiares del dictador; no sin antes Ranfis cargar consigo los restos del tirano, una parte de su millonaria fortuna y asesinar, con sus propias manos, a casi todos los participantes en el ajusticiamiento de su padre.
La partida de esos personajes del règimen abriò la compuerta para la acci�n masiva del pueblo. La destrujillizaciòn ya no solo era una aspiraciòn en el àmbito de las ideas, tambièn lo era en la simbologìa material que representaba y recordaba tan funesto pasado de nuestra vida como colectividad nacional.
 
Los seguidores de Manolo estaban a la cabeza del pueblo urbano en este proceso de catarsis liberadora colectiva; porque eran el pueblo mismo. Es posible que polìticamente erraran al convertir la destrujillizaciòn en la bandera central de su lucha, mientras otros se preparaban para coger el poder. Pero lo que nadie puede jamàs negar es el indiscutible papel desempeñado por Manolo y su organizaciòn en la movilizaciòn y presiòn popular, y en la propia salida, en Enero del '62, de Balaguer del poder.
 
Vista asì la historia, Manolo y el '14 de Junio' fueron un factor de incuestionable valìa en el proceso de democratizaciòn y redefiniciòn de la naciòn en uno de sus momentos històricos mas decisivos. Contar la historia de la democracia dominicana en su fase post-trujillo, si se hace con apego a la verdad, es recrear la vida misma de valor y sacrificio de Manolo y sus compañeros/as de lucha.
Durante el periodo de gobierno del denominado Consejo de Estado, Manolo y su organizaciòn constituìan una realidad polìtica a considerar en la bùsqueda de salida o soluciòn a las situaciones y momentos de crisis inevitable en una sociedad como la nuestra que recièn acababa de salir de una dictadura.
 
Su peso e influencia polìticas buscaban que las reformas polìticas en discusiòn sirvieran al avance del proceso de transiciòn, no a su retroceso; al tiempo que el '14 de Junio' levantaba las demandas econòmicas y sociales que contribuyeran a hacer mas digna la vida de la mayorìa poblacional.
En ese periodo de debate y movilizaciòn polìticas, en su discurso Manolo subraya mas el cambio en la estructura polìtica y social de la naciòn.Con su predica y praxis Manolo va perfilando en la sociedad una marcada corriente antiimperialista. Incisivamente critica el poder oligàrquico, a la vez que el règimen de tenencia de tierra atrasado y de sòlidos rasgos feudales.A partir de las caracterìsticas nacionales propias y de la incuestionable influencia que en su generaciòn tenia la Revoluciòn Cubana, Manolo va articulando la propuesta de Revoluciòn Democràtica acentuadamente antiimperialista como soluciòn a las principales contradicciones que regulaban la sociedad dominicana de entonces.
 
Bajo ese predicamento caminaba el paìs. Entraba en contacto con el pueblo. Crecìa su liderazgo entre el estudiantado, entre los profesionales y sectores trabajadores de la ciudad, al mismo tiempo que el 14 de Junio se iba desarrollando como organizaciòn de masa y antiimperialista.
Consciente de la fragilidad institucional del paìs y de la influencia norteamericana, negativa a partir de la historia misma, Manolo alentaba un proceso de lucha extrainstitucional, en un periodo donde la mayorìa de los actores polìticos y econòmicos de la sociedad apostaban a cerrar 'la primera transiciòn' mediante el sufragio electoral.
 
Alertaba tambièn sobre el peligro que representaba para la democratizaciòn del paìs grupos econòmicos, militares y religiosos de poder medularmente antidemocràticos.Convencido de la necesidad de darle curso a un proceso de liberaciòn nacional y transformaciòn social y dada su desconfianza hacia las elecciones como mètodo para viabilizarlo, Manolo y el '14 de Junio', al igual que otras formaciones polìticas menores, llamaron a la abstenciòn en las elecciones del 20 de diciembre del '62, posiciòn que resulto irrelevante y desoìda hasta por parte de sus propios seguidores.
 
Celebradas las elecciones y electo Juan Bosch presidente en la boleta del PRD con un 59.53% de la votaciòn general, se acentuo en el paìs un realineamiento polìtico sujeto, esencialmente, a la condiciòn social de sus actores.
Aun con sus criticas a las inconsecuencias oficial, el '14 de Junio' captò desde el principio de la gestiòn perredeista la trama que desarrollaban los sectores mas retardatarios de la sociedad para hacer zozobrar el ensayo democràtico.Indicò las graves consecuencias que tendrìa para el paìs una interrupciòn del orden institucional inaugurado el 27 de febrero del 1963 y aseguro que cerrado los espacios de la lucha legal, al pueblo, y al '14 de Junio', solo les quedarìa el camino de la lucha armada para mantener viva la llama de la libertad y la democracia.
 
Consumado el golpe de estado, el 25 de septiembre, contra el gobierno constitucional, el '14 de Junio', perseguido, acosado y reprimido, como todo el pueblo, por el gobierno de facto del Triunvirato, dio inicio, el 28 de noviembre del '63, a una insurrecciòn armada que tuvo como escenario 'las escarpadas montañas de Quisqueya'.
Con mas dignidad y patriotismo, que armas y experiencia militar, los catorcistas, incluido su màximo l�der, escogieron el camino insurreccional buscando restaurar el gobierno que legal y legìtimamente se habìa dado el pueblo dominicano.
23 dìas despuès de iniciada, la acciòn guerrillera terminarìa con la muerte de una parte de sus integrantes, incluido Manolo, el mas consecuente y brillante lìder antiimperialista de nuestra historia republicana.
 
Su gran legado orgànico, el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, no resistirìa su ausencia. Aunque registro momentos de heroìsmo y abnegaciòn, la imprudencia y la inmadurez de quienes estaban supuestos a dirigirle, junto a la acciòn externa del enemigo, ahogaron su condiciòn de proyecto de masa y su potencialidad de ser un factor protagònico en la construcciòn de una sociedad democràtica, libre y solidaria.
La guerra de Abril del '65 encontrarìa fragmentado al '14 de Junio'. Aun asì, eso no fue obstáculo para que sus dirigentes y militantes desempeñaran acciones de leyendas en el transcurso de la guerra.La figura, el ejemplo y el pensamiento polìtico de Manolo servìan de aliento a miles de combatientes constitucionalistas que defendìan la patria y resistìan la ocupaciòn extranjera iniciada el 28 de abril de 1965.
 
El sobresaliente papel militar desempeñado por los catorcistas durante el perìodo de la Guerra de Abril, si bien estimulo la esperanza de contar con una patria libre, no impidiò que posterior a la misma sucumbiera tan valioso instrumento de lucha patriòtica y antiimperialista del pueblo dominicano.El pensamiento polìtico de Manolo, aunque reducido a los discursos que se pudieron rescatar y publicar, influyò en la definiciòn y en el compromiso polìtico de miles de jòvenes de ambos sexos, que en el periodo posterior a la Guerra de Abril le toco vivir bajo el règimen de la contra-revoluciòn triunfante.
 
El recuerdo de Manolo era, en este periodo, razòn de làgrimas en parte de los mas veteranos y razòn de orgullo y rebeldìa para las nuevas generaciones de combatientes revolucionarios.Un factor relevante de su legado es su vida consciente marcada por el desprendimiento y la entrega a la causa asumida como correcta.Me atrevo asociar los mejores momentos de las fuerzas revolucionarias y antiimperialistas dominicanas, a la vida y al ejemplo de Manolo Tavarez. Es su liderazgo, en medio de una coyuntura excepcional, lo que contribuyo de manera decisiva a que el '14 de Junio' alcanzara la notoriedad y la importancia polìtica que tuvo en la primera mitad de la dècada del '60. Y en su pensamiento y en su ejemplo encontrò una parte de la izquierda revolucionaria de los '70.s luz y aliento para el desarrollo de su trabajo polìtico.
 
Manolo supero su tiempo y su pensamiento insuficientemente estudiado y mas insuficientemente defendido, todavìa es razòn de recuerdo y lucha en quienes siguen creyendo en la posibilidad de construir una sociedad justa y equitativa.Su honradez a toda prueba, su amor a la patria y su dedicaciòn a defender y a construir lo que asumìa como su verdad, son valores que adquieren vigencias ahora cuando aumenta el numero de quienes confunden lo posible con el ideal; en que hablar de defender la patria suena anacrònico, aun y cuando el modelo econòmico neoliberal la esta destrozando, y en un momento en que la militancia polìtica contestaria es cuestiòn de tiempo libre, no de cotidianidad.Recordar a Manolo obliga a impugnar una clase polìtica corrupta; una clase polìtica que asocia el èxito personal o de grupo a la capacidad demostrada en el arte de la corrupciòn y en el enriquecimiento ilìcito; a una elite con una increìble capacidad de perversiòn social.
 
Su memoria nos compele a seguir apostando a la edificaciòn de una sociedad en que las necesidades humanas sea prioritarias antes que el mercado; donde la solidaridad anteceda a la competencia y donde el sentido colectivo que provoca el amor a la patria verdadera, prevalezca ante las legitimas aspiraciones personales y de grupo que siempre acompaña el comportamiento humano.
Cada època obliga un tipo de homenaje a los màrtires de la patria caìdos y caìdas. Y para mi, en las actuales condiciones, el mejor homenaje que pudièramos brindarles es colocar lo que queda del acumulado històrico de la izquierda a la construcciòn de un nuevo, amplio y progresista referente polìtico que desafìe y confronte el poder de la tradiciòn partidaria dominante y que propugne por producir un giro con sentido de la historia y propòsito colectivo en el rumbo de la naciòn dominicana.
Es posible hacerlo; nos reta abrir un sincero espacio de dialogo, reflexiòn y acciòn de los hombres y las mujeres, organizados o no, que de verdad la patria les duele; entre quienes prosiguen creyendo en la divisa de servirle al pueblo de todo corazòn. Entre quienes encuentran en la solidaridad, como dirìa el poeta, la ternura y la expresiòn de los pueblos.

24 abril, 2013

LA REVOLUCION DE ABRIL EN SU 48 ANIVERSARIO...



FOTO HISTORICA QUE LE DIO LA VUELTA AL MUNDO, UN DOMINICANO ENFURECIDO SE ENFRENTA AL SOLDADO INVASOR.

RECORDATORIO 24 de abril de 1965

La intervención imperial estadounidense en Santo Domingo Tema:

Injerencia norteamericana en América Latina

La gente se lanza a las calles de Santo Domingo, armada con lo que tenga, con lo que venga, y embiste contra los tanques. Que se vayan los usurpadores, quiere la gente. Que vuelva Juan Bosch, el presidente legal. Los Estados Unidos tienen preso a Bosch en Puerto Rico y le impiden volver a su país en llamas. Hombre fibroso, puro tendón, todo tensión, Bosch se muerde los puños, a solas en el rabiadero, y sus ojos azules perforan las paredes. Algún periodista le pregunta, por teléfono, si él es enemigo de los Estados Unidos. No; él es enemigo del imperialismo de los Estados Unidos: -Nadie que haya leído a Mark Twain- dice, comprueba Bosch -puede ser enemigo de los Estados Unidos. Juan Bosch A la tremolina acuden estudiantes y soldados y mujeres con ruleros. Barricadas de toneles y camiones volcados impiden el paso de los tanques. Vuelan piedras y botellas. De las alas de los aviones, que bajan en picada, llueve metralla sobre el puente del río Ozama y las calles repletas de multitud. Sube la marea popular, y subiendo hace el aparte entre los militares que habían servido a Trujillo: a un lado deja a los que están baleando al pueblo, dirigidos por Imbert y Wessin y Wessin, y al otro a los dirigidos por Francisco Caamaño, que abren los arsenales y reparten fusiles. El coronel Caamaño, que en la mañana desencadenó el alzamiento por el regreso del presidente Juan Bosch, había creído que sería cosa de minutos.

Al mediodía comprendió que iba para largo, y supo que tendría que enfrentar a sus compañeros de armas. Vio que corría la sangre y presintió, espantado, una tragedia nacional. Al anochecer, pidió asilo en la embajada de El Salvador. Tumbado en un sillón de la embajada, Caamaño quiere dormir. Toma sedantes, las píldoras de costumbre y más, pero no hay caso. El insomnio, la crujidera de dientes y el hambre de uñas le vienen de los tiempos de Trujillo, cuando él era oficial del ejército de la dictadura y cumplía o veía cumplir tareas sombrías, a veces atroces. Pero esta noche está peor que nunca. En la duermevela, no bien consigue pegar los ojos, sueña. Cuando sueña, es sincero: despierta temblando, llorando rabiando por la vergüenza de su pavor. Acaba la noche y acaba el exilio, que una sola noche ha durado. El coronel Caamaño se moja la cara y sale de la embajada. Camina mirando al suelo. Atraviesa el humo de los incendios, humo Francisco Caamaño Deñó espeso, que hace sombra, y se mete en el aire alegre del día y vuelve a su puesto al frente de la rebelión LA INVASION Ni por aire, ni por tierra, ni por mar. Ni los aviones del general Wessin y Wessin, ni los tanques del general Imbert son capaces de apagar la bronca de la ciudad que arde. Tampoco los barcos: disparan cañonazos contra el Palacio de Gobierno, ocupado por Caamaño, pero matan amas de casa. La Embajada de los Estados Unidos, que llama a los rebeldes escoria comunista y pandilla de hampones, informa que no hay modo de parar el alboroto y pide ayuda urgente a Washington. Desembarcan, entonces, los marines. Al día siguiente muere el primer invasor. Es un muchacho de las montañas del norte de Nueva York.

Cae tiroteado desde alguna azotea, en una callecita de esta ciudad que nunca en su vida había oído nombrar. La primera víctima dominicana es un niño de cinco años. Muere de granada, en un balcón. Los invasores lo confunden con un francotirador. El presidente Lyndon Johnson advierte que no tolerará otra Cuba en el caribe. Y más soldados desembarcan. Y más. Veinte mil, treinta y cinco mil, cuarenta y dos Soldados de la 82ª División Aerotransportada norteamericana en República Dominicana. mil. Mientras los soldados norteamericanos destripan dominicanos, los voluntarios norteamericanos los remiendan en los hospitales. Johnson exhorta a sus aliados a que acompañen esta Cruzada de Occidente. La dictadura militar del Brasil, la dictadura militar del Paraguay, la dictadura militar de Honduras y la dictadura militar de Nicaragua envían tropas a la República Dominicana para salvar la Democracia amenazada por el pueblo. Acorralado entre el río y la mar, en el barrio viejo de Santo Domingo, el pueblo resiste. José Mora Otero, Secretario General de la OEA, se reúne, a solas, con el coronel Caamaño. Le ofrece seis millones de dólares si abandona el país. Es enviado a la ####. Soldados de la 82ava Divisiòn aerotransportada Norteamericana en Santo Domingo .


132 NOCHES

\132 noches ha durado esta guerra de palos y cuchillo y carabinas contra morteros y ametralladoras. La ciudad huele a pólvora y a basura y a muerto. Incapaces de arrancar la rendición, los invasores, los del todo poder, no tienen más Folletos arrojados por las tropas norteamericanas en República Dominicana. remedio que aceptar un acuerdo. Los ningunos, los ninguneados, no se han dejado atropellar. No han aceptado traición ni consuelo. Pelearon de noche, cada noche, toda la noche, feroces batallas casa por casa, cuerpo a cuerpo, metro a metro, hasta que desde el fondo de la mar alzaba el sol sus flameantes banderas y entonces se agazapaban hasta la noche siguiente. Y al cabo de tanta noche de horror y de gloria, las tropas invasoras no consiguen instalar en el poder al general Imbert, ni al general Wessin y Wessin, ni a ningún otro general. Folletos arrojados por las tropas norteamericanas en República Dominicana .
DISCURSO DE CAAMAÑO DURANTE LA ENTREGA DEL PODER PRESIDENCIAL.

Señores miembros del Congreso Nacional
Pueblo Dominicano:

Porque me dio el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece. Ningún poder es legítimo si no es otorgado por el pueblo, cuya voluntad soberana es fuente de todo mandato público. El 3 de mayo de 1965, el Congreso Nacional me honró eligiéndome Presidente Constitucional de la República Dominicana. Solamente así podía aceptar tan alto cargo, porque siempre he creído que el derecho a gobernar no puede emanar de nadie más que no sea del pueblo mismo. Bien legítimo era ese derecho, forjado por nuestras grandes mayorías nacionales en las elecciones más puras de toda nuestra historia, y depositado en mis manos en momentos en que el pueblo dominicano se batía, a sangre y fuego, para reconquistar sus instituciones democráticas.Estas instituciones, surgidas de la consulta electoral del 20 de diciembre de 1962, fueron devoradas por la infamia y la ambición de una minoría que siempre ha despreciado la voluntad popular. Los dominicanos se batían a sangre y fuego, porque esa minoría le arrebató sus libertades el 25 de septiembre de 1963.
Esa minoría es la misma que siempre ha robado, encarcelado, deportado y asesinado a nuestro pueblo. Y esa minoría, representada por el Triunvirato que presidió Donald Reid, se llegó a creer que este país le pertenecía y que sus habitantes eran sus esclavos. Todos esos vicios y errores significaban mayores dolores y miseria para el pueblo. La vida se hacía insoportable. Ni una sola esperanza cabía en el alma de los dominicanos mientras se mantuvieran gobernando los usurpadores del poder. Para que renaciera esa esperanza se hacía necesario volver al gobierno libremente electo, es decir, a la democracia de la Constitución de 1963. Todo indicaba que la minoría gobernante, que pensaba y actuaba como propietaria de la nación, permanecería en el poder aún en contra de los más vivos reclamos populares, orientados hacia el rescate del régimen democrático.
La rebelión armada contra la ilegitimidad de su mando se convirtió entonces en una imperiosa necesidad social. Fruto de esa necesidad, y de la determinación de los dominicanos a ser libres, sin importarles la cuantía del precio, estalla el glorioso movimiento 24 de abril. Ese Movimiento, inspirado en el más noble espíritu democrático, no era un cuartelazo más. Razón tenía el profesor Juan Bosch cuando dijo, desde su obligado exilio en Puerto Rico, que los dominicanos estábamos librando una revolución social. Así era porque los sectores democráticos del pueblo, tras mucho sufrimiento y mayores frustraciones, habían tomado profunda conciencia de su papel histórico y, hermanados con los militares que respetamos el juramento de defender la majestad de las leyes, se lanzaron a la calle en busca de su libertad perdida. Heroicamente, con más fe que armas, y con enorme caudal de dignidad, el pueblo dominicano abría de par en par las puertas de la Historia para construir su futuro. Hondas, muy profundas eran las raíces de esa lucha. Desde la Independencia, desde la Restauración, caminaba el pueblo muriendo y venciendo tras su derecho a ser libre. El 24 de abril era un paso gigantesco hacia la construcción de ese derecho y hacia la democracia que lo consagra plenamente

.Los enemigos del pueblo, aquellos que por encima de los intereses de la Patria colocan sus propios intereses en un vano empeño por mantenerse en el poder, hacían correr, como ríos, la sangre generosa. Pero sobre nuestros muertos, nos levantamos siempre con mayor fuerza. La Revolución avanzaba triunfante. América entera miraba con admiración hacia esta tierra, esperando ansiosa nuestro triunfo, porque en él veía una victoria de la democracia sobre las minorías opresoras que azotan, como plagas, todo el Continente Americano.Desgraciadamente, el 28 de abril, cuatro días después de iniciada la Revolución, cuando la libertad renacía vencedora, cuando todo un pueblo se volcaba fervorosamente hacia el encuentro con la democracia, el Gobierno de los Estados Unidos de América, violando la soberanía de nuestro Estado Independiente, y burlando los principios fundamentales que sostienen la convivencia internacional, invadió y ocupó militarmente nuestro suelo. ¿Qué derecho podían invocar los gobernantes norteamericanos para atropellar así la libertad de un pueblo soberano? ¡Ninguno! Se hacían culpables de un gravísimo delito, que atentaba contra nuestra nación. Contra América y contra el resto del mundo.
El principio de No Intervención, base fundamental de las relaciones entre los pueblos civilizados, fue tan brutalmente desconocido que aún se escucha por toda la vastedad del planeta el eco de la más dura repulsa contra los invasores. En este continente de hermanos, al lado del clamor de los Gobiernos de Chile, Uruguay, México, Perú y Ecuador, que encauzaron su actuación internacional haciendo honor al sentimiento de fraternidad continental de sus respectivos pueblos, se escucha así mismo, en defensa de la No Intervención y de la soberanía de nuestro país, la vibrante y solidaria protesta de millones de latinoamericanos indignados. La humillación que el gobierno de los Estados Unidos de América del Norte hacía sufrir a la República Dominicana, militarmente invadida, significa también una dolorosa humillación para toda América.
 
 ¿Qué normas, qué principios pueden servir a las naciones americanas para hacer valer su vocación y su derecho a la independencia, cuando los gobernantes norteamericanos decidan, con vanas excusas y apoyados en la fuerza de sus cañones, imponerles su destino político? ¿A dónde ir a reclamar para que reconozca el derecho de un pueblo a ser independiente y dueño de su propia vida?
 
 ¿Qué organismos, qué instituciones serán capaces de defender esos derechos y de alentar a los pueblos a ejercerlos, sin temor a la intrusión de los que se han erigido en árbitros de la determinación ajena? Para desgracia de la República Dominicana y para desgracia de América, la Organización de Estados Americanos, en vez de asumir la defensa de nuestra soberanía, en vez de sancionar severamente la intervención militar para hacer de este modo honor a los principios que dice sustentar, no sólo se colocó de espaldas a su propia Carta Constitutiva, sino que también empujó, aún más, el puñal que hoy se clava en el corazón de nuestra patria. Cuatro días después de la intervención militar norteamericana, la Organización de Estados Americanos decidió que se hiciera 'todo lo posible para procurar el restablecimiento de la paz y la normalidad en la República Dominicana'. En el texto de la Resolución que expresa lo citado nada se decía acerca de la violación de nuestra soberanía. ¡Nada! Ni una sola palabra hace referencia al monstruoso crimen del 28 de abril de 1965, que por largo tiempo conmoverá a los frágiles cimientos del orden jurídico interamericano. Todo lo contrario. La Organización de Estados Americanos se empeñaba entonces, ignorando y torciendo los principios, en justificar y validar la intervención militar norteamericana. Y así creyó hacerlo creando la Fuerza Interamericana. La Resolución que consagra esa funesta medida, registrada como Documento Rec.2 de la Décima Reunión de Consulta de Ministros Americanos, revela muy a las claras la actitud del organismo regional a ese respecto.
En efecto, en ella se lee lo siguiente: 'Que la integración de una Fuerza Interamericana significará, ipso facto, la transformación de las fuerzas presentes en territorio dominicano en otra fuerza que no será de un Estado sino de un organismo inter-estatal...' ¡Transformación! He ahí la palabra que delata la convivencia de la Organización de Estados Americanos con los invasores. Se transformaban los 'marines' en Fuerza Interamericana. Aquello fue la institucionalización del delito político como norma de las relaciones internacionales de nuestro continente. La intervención norteamericana vino, pues, a detener el triunfo de la democracia dominicana y a apuntalar a la minoría que le niega y le disputa sus derechos a nuestros pueblos. Tras el llamado Gobierno de Reconstrucción Nacional, obra de los funcionarios de la intervención extranjera, se echó al desprecio al pueblo, se fortaleció la corrupción, y el crimen se extendió por todo el país. A pesar de la frustración momentánea que en esos trágicos días sufriera la Revolución, el Gobierno Constitucional decidió defender sus derechos. Naturalmente, ante la violencia y la fuerza del poderío norteamericano, representado por más de 40 000 soldados, ya no era posible el triunfo armado del movimiento democrático dominicano. Tuvimos que negociar con los invasores a fin de conservar parte del tesoro de democracia que habíamos comenzado a crear. En la mes de negociaciones defendimos siempre los principios. Si abandonamos algunas de las conquistas por las que el pueblo dominicano se lanzó a la lucha, no se debió a que los negociadores de la Organización de Estados Americanos trajeran proposiciones de un mayor contenido democrático que el perseguido en nuestros objetivos iniciales. Cedimos solamente ante la realidad que nos imponía la intervención americana.
El corredor que las tropas extranjeras establecieron, arbitraria e injustificadamente, dividiendo la ciudad en dos, no tuvo otra razón que la de evitar que nuestra lucha se extendiera, desde esta gloriosa ciudad, hacia todo el resto del país.Las ansias democráticas habían hecho vibrar la República entera. La causa que con las armas en las manos defendía el pueblo de Santo Domingo era la causa nacional. Esta ciudad cuatro veces centenaria fue la vanguardia, y desde ella nos lanzamos, triunfantes contra los opresores criollos. Se vislumbraba ya la victoria de las armas democráticas, y cuando estábamos a punto de lograrla plenamente, Estados Unidos de América se interpone, invadiéndonos para salvaguardar los peores intereses y las más ruines ambiciones.
Fue entonces cuando tuvimos que ceder en algunos de nuestros objetivos, porque no podíamos vencer con las armas. Pero a pesar de toda la fuerza y de toda la violencia del poderío militar norteamericano, no cedimos por temor o por miedo a ser vencidos. Testigo es el mundo de la lucha que libramos, del coraje y la valentía de ese pueblo en el terreno del honor y en el campo de batalla. Oportuno es que me detenga aquí para rendir homenaje a los héroes que entregaron sus vidas luchando por la democracia y la soberanía nacionales.Ese Combatiente Desconocido, que reposa en esta Plaza de la Constitución, es el símbolo del sacrificio y del amor de los dominicanos por su libertad. Como él, murieron miles. De ese semillero de héroes crecerá vigoroso el futuro de la patria. Porque héroes son los que dieron la vida tratando de evitar que se creara el corredor internacional que detuvo nuestra marcha victoriosa. Porque héroes son los que, con piedras en las manos, detuvieron los tanques de acero en el Puente Duarte. Héroes son los que defendieron hasta el último aliento la Zona Norte de la ciudad; héroes son los que recibieron, impávidos, los ataques aéreos al Palacio Nacional; héroes los que durante los días 15 y 16 de junio recibieron valientemente la metralla extranjera; héroes los del 29 de agosto; héroes también los que han muerto en todos nuestros frentes, en campos y ciudades defendiendo la integridad nacional. Nunca tal vez en la vida de los dominicanos se había luchado con tanta tenacidad contra un enemigo tan superior en número y en armas.
Luchamos, sí, con bravura de leyenda, porque íbamos desbrozando con la razón el camino de la Historia. No pudimos vencer, pero tampoco pudimos ser vencidos. La verdad auspiciada por nuestra causa fue la mayor fuerza y el mayor aliento para resistir. ¡Y resistimos! Ese es nuestro triunfo porque sin la tenaz resistencia que opusimos, hoy no pudiéramos ufanarnos de los objetivos logrados. Nosotros cedimos, es cierto, pero ellos, los invasores que vinieron a impedir nuestra revolución, a destruir nuestra causa tuvieron que ceder también ante el espíritu revolucionario de nuestro pueblo. Ahí están, hablando por sí solas, las conquistas alcanzadas y que constan, engrandecidas por la sangre de los caídos, en el Acta Institucional y en el Acta de Reconciliación Dominicana. Se nos han reconocido múltiples derechos económicos y sociales. Hemos logrado la fijación de elecciones libres a breve plazo. Hemos conquistado las libertades públicas, el respeto a los derechos humanos; el regreso de los exiliados políticos, el derecho de todo dominicano a vivir en su patria sin temor a ser deportado. Pero, por encima de todo, hemos logrado una conquista inapreciable, de fecundas proyecciones futuras: ¡La conciencia democrática! Conciencia contra el golpismo, contra la corrupción administrativa, contra el nepotismo, contra la explotación y contra el intervencionismo. Hemos conquistado conciencia de nuestro propio destino histórico. En suma, conciencia del pueblo en su fuerza, que si el 24 de Abril le sirvió para derrotar a las oligarquías civil y militar, hoy, nutrida por esa maravillosa experiencia y esta lucha asombrosa le permitirá forjar, en la paz o en la guerra, su libertad y su independencia. ¡Despertó el pueblo porque despertó su conciencia! Esos son los logros de esta revolución. No solamente nuestros, sino también de América. Los principios que aquí han sido defendidos son los mismos que hoy conmueven a todas sus naciones.
 
 Cuando los pueblos situados al sur del Río Bravo expresaban su solidaridad con nuestra lucha, junto al estímulo fraternal iban también, profundamente unidas, sus más caras e íntimas aspiraciones. Desde México hasta Argentina la democracia es el sueño de millones de hombres que quieren convertir en realidad. Sueño de paz creadora, de paz y libertad decorosa. Pero ese bello sueño es turbado, hasta convertirse en pesadilla, por la codicia y la explotación de minorías ajenas al noble ideal de la convivencia humana. Si algún mérito me cabe por haber participado preeminentemente en esta revolución democrática, gracias al honroso mandato presidencial que me otorgara el Honorable Congreso Nacional, no es otro que el de haber comprendido esa dolorosa realidad de nuestro pueblo, y haber luchado ardientemente por tratar de transformarla en un porvenir cargado de esperanzas. Creo firmemente que el pueblo dominicano terminará por lograr su felicidad, y el 24 de Abril será siempre un símbolo estimulante hacia la consecución definitiva de ella.
Es nuestra obligación, como defensores de la democracia, abonar la siembra generosa que comenzó en esa fecha inmortal. Pero abonarla con entusiasmo creciente, con todo el espíritu, sin vacilaciones, sin descanso. El mejor modo de hacerlo está en la unidad de todos nosotros, en la vigilancia de todos nosotros, dispuestos mañana, como lo hemos estado hoy, a correr todos los riesgos en defensa de la democracia dominicana y del honor nacional. Ante el pueblo dominicano, ante sus dignos representantes que aquí encarnan el Honorable Congreso Nacional, renuncio como Presidente Constitucional de la República. Dios quiera y el pueblo pueda lograrlo, que esta sea la última vez en nuestra historia que un Gobierno legítimo tenga que abandonar el poder bajo la presión de fuerzas nacionales o extranjeras. Yo tengo fe en que así será. Finalmente, invito al pueblo aquí reunido a hacer el siguiente juramento: En nombre de los ideales de los Trinitarios y restauradores que forjaron la República Dominicana. Inspirados en el sacrificio generoso de nuestros hermanos civiles y militares caídos en la lucha constitucionalista. Interpretando los sentimientos del pueblo dominicano. Juramos luchar por la retirada de las tropas extranjeras que se encuentran en el territorio de nuestro país. Juramos luchar por la vigencia de las libertades democráticas y los derechos humanos y no permitir intento alguno para restablecer la tiranía. Juramos luchar por la unión de todos los sectores patrióticos para hacer a nuestra nación plenamente libre, plenamente soberana, plenamente democrática.

08 abril, 2013

GENERAL GREGORIO LUPERON...170 ANIVERSARIO DE SU NATALICIO...



"...Las naciones son siempre lo que quieren ser, y no lo que algunos quieren que ellas sean"...-asì escribiò el autor de Notas Autobriogràficas y Apuntes Històricos, General Gregorio Luperon, un verdadero hijo de su època, casi increìble, que con la escasez de medios que contò en su infancia llegara a encarnar la conciencia màs pura, en lo civil y en lo militar de la Repùblica Dominicana que habìa surgido tan sòlo cinco años despuès que èl, naciò el 8 de setiembre de 1839.
Su familia?...Pobrìsima, sin ventosos abalorios de abolengo, naciò en una comunera secciòn de Puerto Plata.

Don Manuel Rodrìguez Objio en su obra "Gregorio Luperòn e Historia de la Restauraciòn" (Tomo I), dice textualmente:...."La residencia en el campo debiò familiarizarle con los hàbitos de quellos lugares y hacer de el un hombre completo por lo que respecta a la educaciòn fìsica. Sobrio por naturaleza, osado hasta la temeridad, hàbil en el manejo de las armas diestrìsimo jinete y peòn infatigable; parece pues que la Providencia le amoldaba para las rudas tareas que iba a imponerle un dia".....

Al hacer historia, escribirìa por mejor decir, Pedro Ma. Archabault cuenta..." que a los 12 años trabajaba en el corte de madera propiedad del señor Duboc en Puerto Plata, pocos años despuès a los 18, abraza para siempre lo que serà su gloria, las armas y la polìtica, atrincheràndose en la fortaleza San Luis de Santiago en julio de 1857 en un movimiento contra el gobierno de Baez."....

Se entrega en cuerpo y alma a la guerra restauradora que habrìa de ser su corona en vida y su gloria en la muerte. Hombre cabal en el campo de batalla y en el seno del hogar patrio, sirvièndole de muchas maneras: Consejero polìtico, Asesor del Estado, Ideòlogo Republicano, Presidente de la Repùblica, orientador de juventudes, luchador indomable contra los entuertos de los tiranos, defensor incansable de la soberanìa nacional frente a Haitì y España.

Gregorio Luperòn supo ser el mejor, como diplomàtico , el màs acabado y completo relacionadorpùblico de la Española apenas conocida y nunca mencionada como repùblica soberana, pues se entendìa que la isla era una y era Haitì, ante la monumental reina Victoria de Inglaterra, Otto Von Bismark de Alemania, Grevy y Cambetta de Francia este ùltimo, pràcticamente fundador de la tercera Repùblica francesa concluìda la guerra franco-prusiana (1870-71).

Obras son amores y no buenas razones, asì, quien supo decir y escribir bonituras sobre la patria cuando fue presidente de ella en 1880 durante el gobierno provisional con sede en Puerto Plata, demostrò, con hechos palpables lo que escribià y decìa.

Sus ejecutorias de estadista nos lo muestran un hombre pràctico. Honrado a màs no poder. Recto de intenciòn e inconmobible en sus principios democràticos. Mejora el servicio militar obligatorio que rigiò en la Repùblica, pràcticamente hasta la caìda de la dictadura trujillista. Creò el Cuerpo de Bomberos. Garantizò la libertad de prensa, no sòlo de palabras hueras sino subvencionando con $40.00 pesos, suma astronòmica en la època, al mes toda publicaciòn peridìstica que se editara progubernamental o no; la publicaciòn de libros fue subvencionada con $25. Alimentò, vistiò y pagò el ejèrcito como debìa ser, y por sobre todas las cosas posibles defendiò tesoneramente la libertad de todos los dominicanos.

El paìs, como por arte de magia se tranquilizò. La histeria polìtica tumbadora de gobiernos, que como un millòn de demonios se habìa abatido sobre la Repùblica desde la caìda del eximio Presidente Espaillat, que entre los años 1876/79, tan sòlo tres años pusò y tumbò siete presidentes, un record....(¡¡??)...se calmò.

Pero èl no quiso seguir siendo presidente. Por màs que se le pidiò. Hablò, y nos lo cuenta en su obra, Notas Autobiogràficas y Apuntes Històricos, de Bonò, de Billini, de Meriño, de Casimiro de Mora, incluso del mismo Lilìs, a quien no conocìa en verdad y de quien luego serìa valiente opositor; èl dijo..." que no, que no, que no eran indispensables para el paìs los hombres sino la reciedumbre de las instituciones...el problema es, entiendo, que las instituciones republicanas no caen del cielo como los aguaceros, sino que son los ciudadanos confiables y serios"...como lo fue èl, quienes tienen que sembrarlas y cultivarlas, pero misteriosamente no quiso involucrarse en la regencia del paìs màs de lo que habìa hecho.

¿Razones?...volvemos a decir, un misterio de su sòlo corazòn...Es muy probable que si a un gobierno de Cuatro años de LUPERON, siguiera otro, de cuatro tambièn, de MERIÑO, y otro de BONÒ, y otro de MOYA, y otro de BILLINI.....otra fuera nuestra historia patria hoy dia...muy otra, pero tanta belleza no cabe en la realidad!....

Gregorio Luperòn tuvo un sueño que sòlo se limitò a esbozar no fuera a ser que se convirtiera en pesadilla al despertar, como efectivamente sucederìa si volviera a vivir, si fuera posible que volviera a vivir.....


19 febrero, 2013

CATALINA DE CAMBRIDGE, UNA MUÑECA CON SONRISA PLÁSTICA?...

20 enero, 2013

ARTICULO QUE DECRETÒ EL ASESINATO DE ORLANDO MARTINEZ ....

¿POR QUE NO, DR. BALAGUER?
25 DE FEBRERO DE 1975

Señor Presidente de la República, ya que usted impide que un artista del prestigio y la calidad moral de Silvano Lora viva en su Patria, ya que dejar en el extranjero a dominicanos le produce placer o ganancias politiqueras, me voy a permitir hacerles algunas recomendaciones. Espero que sobre todo medite la última.

Como Usted ha dicho que en este gobierno, y parece ser cierto, la corrupción sólo se detiene en la puerta de su oficina, ¿Porqué no saca de la República Dominicana a todos esos corruptos?. Como aquí existe una galopante inflación de delincuentes sin uniformar y, según usted, también uniformados, ¿porqué no les ordena a los calieses del régimen que los apresen y los metan en un avión?

¿Porqué no les dice a los genízaros que prestan servicio en el aeropuerto que apresen no a los que traen cigarrillos de marihuana, sino a los pejes gordos del tráfico de drogas?... ¿Porqué no manda al exilio a los que reciben comisiones para negociar contratos que entregan nuestras riquezas a las compañías multinacionales?... ¿Porqué no instala en un barco a los latifundistas, a los que están negados a que este país salga del subdesarrollo y de la situación de miseria colectiva que lo acompaña?... ¿Porqué no entra en ese mismo barco a quienes en la ciudad son el soporte ideológico de esos terratenientes? Y también a quienes son el sosten armado, los que dan palos, apresan y torturan campesinos que luchan por sus derechos.

Como Usted es enllave de los norteamericanos, ¿porqué no le solicita un portaaviones para enviar al lugar que fuese a los numerosos calieses que viven del trabajo del pueblo?... En caso de que su amistad con los Estados Unidos sea más estrecha de lo que sospechamos, ¿Porqué no le pide al Pentágono un cohete último modelo con el objetivo científico de crear una colonia de calieses en la luna?... ¿Porqué no desaparece de la vista de los dominicanos honrados, que son la mayoría, a todos los vagos que en este gobierno cobran sin trabajar?... ¿Porqué, tómelo en cuenta, no deposita en un cómodo asiento de primera a los funcionarios irresponsables que se las dan de Fouché contemporaneos y a la hora de la responsabilidad no dan la cara?

Y mi recomendación final: Si es inevitable que esta situación continúe, si es imposible evitar actos indignantes y miserables como el que presencié el domingo en el aeropuerto, ¿porqué, doctor Balaguer, no se decide Usted a subirse en el avión o el barco y desaparece definitivamente de este país junto a todos los anteriormente mencionados?
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16 enero, 2013

A REPASAR LA HISTORIA DOMINICO-HAITIANA EN ESTA ERA DE BARACK OBAMA....

No se puede dejar de consignar que estamos conscientes que los gobiernos que hemos tenido, excepto el de Trujillo, han sido permisivos, muy permisivos con los haitianos, y todo tiene una razòn de ser, sin dudas la MANO DE OBRA BARATA Y LA HARAGANERIA DEL DOMINICANO, es de sobra conocido allende los mares, que el dominicano es vago, y lamentablemente es asì, aquì se alega falta de trabajo, pero sin embargo los haitianos si estan buenos para la construcciòn, el corte de la caña, la recolecciòn del cafè, la agricultura, por eso estamos asì, cosa que deberìan hacer todos esos vagos que se las pasan en barrios con el barrigon afuera jugando dominò y bebiendo cerveza desde que sale el sol.
Y tenemos que volver a la Era de Trujillo, lamentablemente, pero es la historia que està escrita, en esa etapa ya superada, estaba prohibida la VAGANCIA, por Ley, el que no hacia nada se le ponìa trabajar obligatoriamente en la reparaciòn de calles y otras labores, asì mismo a los presos, por eso hoy no se puede caminar por nuestras calles, las aceras desbaratadas y los hoyos acabando con los carros.

Todo esto se percibe en todas partes del mundo y de ahì la razòn de que quieran que nosotros nos seàmos en el paño de làgrimas de nuestros vecinos, no nos quejemos si algùn dìa nos damos con una sorpresa, es que nos hemos buscado esto por nuestra apatìa y vagancia, ahì tenemos el metro, los tùneles, los elevados, el inmenso desarrollo de la industria de la construcciòn, fruto del trabajo, sudor y làgrimas del obrero haitiano, sus callosas manos asì lo dicen, su deambular por toda la ciudad, por donde quiera estan como enjambres de abejas, entonces son nuestros gobiernos, la industria de la construcciòn, los dueños de plataciones que los han traìdo, cuando nos veamos que la frontera desapareciò por obra y gracia del espìritu santo, no gritemos.
 
En sentido general la mayorìa de los dominicanos desconoce no solo la historia de Haitì, sino nuestra propia historia, es lamentable, y todos sabemos que es asì, debido a una falta generalizada de cultura, apatìa y màs que nada del gran analfabetismo que tanto en Haiti como en Dominicana impera en las clases mas desposeídas….

No es ésta la que opina a troche y moche…no es la que està al tanto de nuestra historia y nuestros conflictos sempiternos con nuestros vecinos… Hay que rasgar el velo de misterio con que se trata de cubrir a los protagonistas de la historia, así llegaremos a comprender mejor nuestros pueblos y a comprender mejor a su gente. No se tratará entonces de “conocimientos”, de posibilidades econòmicas ni aùn de enredos…serà la comprensión de naciones hermanas en la comunidad humana, de colaboradores y compañeros en la obra del progreso universal.

Se sigue “enriqueciendo” la historia con siempre nuevas guerras y nuevos enredos, pero la gran mayorìa, ya no tienen ni tiempo ni paciencia para estudiar a base de obras doctas pero secas esa historia tan complicada y poco amena. Es por eso que los libros con carácter histórico están tratando de encontrar el remedio, de facilitar y amenizar al publico el estudio de la historia. Tal vez, es esto màs que un simple remedio pràctico…

No se puede por derecho inalienable tratar de limar a estas alturas de nuestros tiempos, la sanguinaria opresión haitiana, y el desbordamiento incontrolable de todo un ejército sediento de sed de venganza y desmedidos apetitos por despojarnos de lo que realmente por derecho propio nos pertenecía…. Se hace referencia, con suspicacia histriónica, la biografía del Presidente Joaquín Balaguer, que aparece y que lo define como un dictador, no vamos a entrar en divagaciones en cuanto a lo que atañe a la vida de Balaguer, para no distraernos del tema presente…se conceptualiza esta biografia como un simple trabajo de relatores de anécdotas o de “Historiògrafos”…. pretendiendo quizás una simbiosis para minimizar con esto los conceptos que se vierten, son muchos los Haitianos con dotes intelectuales que las ponen en duda.

Narraciones històricas verídicas que se consideran repletas de mitos, manipuladas y descontextualizadas…a tal punto que se llega a tachar de mediocres dichas narraciones…... Esto lo decimos porque copiamos textualmente del libro: “NOTAS AUTOBIOGRAFICAS Y APUNTES HISTORICOS” escrito por el General GREGORIO LUPERON (que ya es mucho decir) , los ùnicos hechos històricos que deben aceptarse son los que se adapten y satisfagan a los haitanos amantes de su patria, màs sin embargo tienen que saber que:… “LA HISTORIA ES TESTIMONIO DE LOS TIEMPOS...LUZ DE LA VERDAD...Y MAESTRA DE LA VIDA"…..,como dijo Marco Tulio Cicerón. Sin historia, no hay horizonte posible. Sin examinar los componentes del pasado y presente, difícilmente se podría planear un futuro proactivo. La interiorización de la urgencia del cambio está atravesada por el conocimiento de sí mismo y la autoconciencia de las propias posibilidades… -…”La dràmatica epopeya humana, la epopeya oculta de unos hombres que necesitan comer y sobrevivir, teniendo para ello que dejar a su gente y emigrar a otro paìs, ha sido precisamente estos marginados entre los marginados, en quienes ha querido fijar su óptica sociológica el autor de “AZUCAR Y HAITIANOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA” …”donde ha querido evitar inteligentemente el peligro de que “los árboles no nos dejaran ver el bosque”; y asì , en vez de introducirnos directamente en los “cañaverales haitianos”, nos hace primero sobrevolar por espacios mas amplios, como es el Caribe y por coordenadas históricas màs lejanas en el tiempo, como es el colonialismo, que pueda tal vez calificarse de un fenómeno del ayer, pero sus consecuencias están hoy presentes y son muy actuales…se hace varias preguntas el autor--¿Por qué EL HAITIANO ACEPTA EL SISTEMA DE NO-ESCLAVITUD DE LOS CAÑAVERALES DOMINICANOS?....¿POR QUE EL DOMINICANO NO CORTA LA CAÑA DE AZUCAR?......
Nos habla del Vodù y cita a Karl Marx en su libro “La Contribuciòn a la critica de la filosofìa del derecho de Hegel: …”La miseria religiosa es, por una parte, la expresión de la miseria real, y por otra parte la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada por la desgracia, el alma de un mundo sin corazòn, del mismo modo que es el espíritu de una època sin espìritu. Es un opio para el pueblo”…... ….Y las mansas montañas/ Y la caña y la hierba y el mimbre/ Y los muelles y el agua/ Y el camino/ Y los pueblos pequeños/ Y los brazos del hombre màs simple/ SON DEL INGENIO”/ (Pedro Mir).

La Repùblique d`Haitì et la Rèpublique Dominicaine”, obra polèmica del Dr. Price-Mars- libro amargo y triste, de acusaciones, de recriminaciones, de resentimientos y de oscuros vaticinios, a veces irónico y a veces agresivo, pero siempre admirable por el estilo y la sabiduría- obliga a una contestación, ajena a toda pueril tendencia, comprensiva de nuestros problemas comunes, encaminada al logro de metas y de objetivos tambièn comunes, que eliminen todo elemento de disensión en las relaciones dominico-haitianas. Esa obra ingente ganarà en valor para todo el que recorra, a veces con horror y a veces con asombro o con la angustia del patriotismo herido, las dramáticas pàginas de este libro: tres siglos de historia dicen de ellas, en el severo lenguaje de la verdad, lo que Trujillo significa, en este sòlo aspecto, para el nacionalismo dominicano.

El 6 de diciembre de 1492, fecha fatìdica que marca la entrada de los haitianos en la historia…nos dice Price Mars…el personal central de esta gran tragedia es el negro, que hace cuatrocientos años, empeñò aquì una feroz batalla contra el mundo entero para hacerle admitir su estatuto de hombre”. A esta desmedida invocación de un pasado que no le corresponde sino al pueblo dominicano, podrìa dàrsele el calificativo de “extrañísimo haitiano”. Según Price-Mars en su obra, el pueblo haitiano no tiene nada que ver con el descubrimiento de la Isla; nada con la conquista: nada con la colonización; nada con la raza indígena. Su historia comienza aquì hacia 1650, y su prehistoria hay que estudiarla en el Africa tenebrosa. Desde 1650 hasta fines del siglo XVIII fuè una masa anònima de esclavos sometidos al bàrbaro règimen del colono francès. Viviò al màrgen de la civilización, sin asomarse, desde el Occidente de la Isla, a la apacible y civilizada vida de la parte española, cuya Universidad era faro del saber en las Antillas.

La ùnica explicación lògica del tendencioso empeño haitiano lo hallamos en la obra de Emile Naut: “Histoire des Caciques d´Haitì…..”Es verdad –dice que nosotros no somos descendientes de los aborígenes de Haitì, que nosotros somos de otra raza; que no tenemos que agradecer, a tìtulo de herederos inmediatos, a sus costumbres, a su civilización, a sus destinos; que nosotros no nos sentimos ligados a ellos por ninguna simpatia de consanguinidad. Pero el hecho de habitar hoy el paìs en que ellos vivieron, nos obliga màs que a nadie, a informarnos de nuestros predecesores. Según Price-Mars “la comunidad española fue poblada de elementos blancos mezclados a los indígenas y de contingentes negros que se amalgamaron para formar el pueblo dominicano actual.

Reconoce la antipatía que existe entre ambas clases, producto ademàs, de la ausencia entre negros y mulatos haitianos. Es la disolvente supervivencia de las luchas raciales que convirtieron el pais vecino en campo de Agramante; problema de razas que, como observa Araquistain en su discutida obra “La Agonia Antillana”, estorba la fusión espiritual de las nacionalidades y que indirectamente las debilita…”Las grandes emigraciones extranjeras han sido siempre un peligro de disolución para las nacionalidades que las reciben o por lo menos una rèmora en su formación.

En el caso de los negros antillanos de Cuba (lo mismo que en la Repùblica Dominicana) esos inconvenientes se agudizan: por mutuos prejuicios de raza, por notables diferencias en el nivel de cultura y por hablar lenguas distintas de la española…..pero el peligro màximo que se disuelva la nacionalidad, borra las desventajas menores. El Dr. Dorsainvil en su Manual d`Histoire d´Haitì, narra el espantable espectáculo de la muerte del fundador de la nacionalidad haitiana cuyo cadáver quedò incompleto porque sus asesinos le cortaron “los dedos de las manos para quitarle màs fácilmente sus sortijas”.

Siguió luego, nos dice, una escena espantosa. El Emperador fuè despojado de sus ropas. Le quitaron las armas…Yoyou le hizo poner sobre dos fusiles, a manera de camilla, y riendo burlonamente dijo: quien diria que este petit miserable no hace mas que un cuarto de hora hacia temblar a todo Haitì. Mientras se encaminaba, ebrio de alegria, hacia Port-au-Prince, varias veces dejò caer el cadáver del Emperador y la muchedumbre, arrojàndose sobre èl, lo apedreò, le picoteò a sablazos. Cuando, media hora después, fuè arrojado en medio de la Plaza del Gobierno, no era reconocible: el cràneo estaba destrozado, los pies, las manos, cortadas. Quedo largas horas, constantemente apedreado por los muchachos…en la tarde, una vieja loca llamada Dèfilèe, metiò en un saco los restros ensangrentados del Emperador y los llevò al cementerio…

Charmant, Legislador haitiano nos dice; “Las principales causas de los numerosos males que asolan a Haitì y la conducen al abismo, son :
1) el prejuicio del color, la aristocracia de la piel;
2) La ignorancia y la codicia de los jefes de Estado;
3) la tiranía;
4) La ignorancia, fuente de la superstición, de la depravación de las costumbres y de las revoluciones”…..

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Refs.: 1.-Azucar y Haitianos en la Repùblica Dominicana, de Josè Manuel Madruga, ediciones MSC. 1986, Editora Amigo del Hogar. 2.-Invasiones Haitianas del 1801, 1805 y 1822, Emilio Rodríguez Demorizi, Academia Dominicana de la Historia. Editora El Caribe C.x. A. 1955. 3.-Gregorio Luperon e Historia de la Restauración, por Manuel Rodríguez Objio. Editorial El Diario 4.-Notas Biogràficas y Apuntes Històricos. Gregorio Luperon.. Editorial el Diario 1939.

 

02 enero, 2013

2010......NUESTRA ESPERANZA??...



...La gente dice mas o menos las mismas cosas siempre que hay un año nuevo.

Siempre que comienza una nueva tanda de doce meses la gente desea, para en lo adelante, mas o menos las mismas cosas.

Para sì...Para los demàs.Siempre que se acaba un año, el que le sigue es tan igual como el anterior, a excepciòn del nùmero del año, pero la gente que siempre dice, desea y lucha mas o menos por las mismas cosas, se empeña en llamarle "Año Nuevo"...

Ese asunto de años es una conveniencia inventada por el hombre, que vive inventando, para poder tener dentro del espacio y sobre todo el tiempo en que se mueve un paràmetro de mediciòn como si fuera un metro.

Para inventar este asunto de los años desde tiempo que se pierden en las brumas, el hombre ha aprovechado la vuelta completa que su casa, la tierra, a toda velocidad dà alrededor del sol con cierto retraso por lo que cada cuatro años hay que añadirle a los trescientos sesentaicinco un dìa màs. Son los llamados años bisiestos.

Los años estan "hechos" de meses y los meses de dias. Para los dìas aprovecha el hombre la vuelta, que su casa la tierra, tambièn a super velocidad dà sobre su eje imaginario por supuesto.

Antes los años tan solo tenian diez meses. Cada mès llevaba un nombre lleno de hermosìsima simbología. El nombre de Enero viene de Ianuarius. Ianuarius segùn antiguas consejas era un dios que tenìa dos caras. La de atràs de la cabeza que miraba siempre al pasado, y la normal de alante que solo veìa el futuro. Es el nombre màs adecuado para Enero que es el mès que despide el pasado- representado en el año terminado- y mira a las cosas por venir representado en los dìas y meses por delante.El de febrero viene de februarius que a su vez arranca, dentro del mismo latìn de febris que significa fiebre. Febrero es el mès que por su intenso frio en los paìses nòrdicos da y levantalas mas càlidas temperaturas del cuerpo para poder mantener su equilibrio tèrmico. Tambièn en febrero el seno de la tierra recalienta para conservar, letales, los gèrmenes que habrìan de florecer en primavera.Marzo viene de martius. Martius, Marte, dios de la guerra.

En primer lugar era un mes apropiado, o mas apropiado para ocuparse, el hombre antiguo, de su oficio predilecto, hacer la guerra. No quiere decir que al hombre de ahora no le guste y se ocupe de la guerra como su trabajo predilecto, lo que pasa es que en aquellos tiempos pretèritos daba màs trabajo guerrear en los fuertes inviernos que ahora.Ademàs tambièn simboliza marzo otra guerra, la de la madre natura que al irse poco a poco apròximando al sol, comenzaba la lucha tìmida de la primavera por desplazar el gèlido invierno y aventurar sobre la zona templada de la tierra sus calideces.

Aprilis, aperio...de donde arranca abril. Aperrire, Aperire es abril. Abril es la apertura a la esperanza. La primavera. El florecimiento...el color...el trino de las aves...la poesìa...Mayo, nos viene de maior, que es mayor. Ha triunfado la primavera. Corre a llenarnos el verano. Como entonces los meses contaban solo con diez meses como dijimos el año pues habìa llegado a la "mitad" de su vida.A junio lo dedicaban los antiguos a Juno la diosa del hogar. Tambièn celebraban en el iunior o sea al joven que como el verano ardìan sus pasiones con mas fuerza de nunca.

Los meses de julio y agosto que no existian al principio fueron añadidos respectivamente por los emperadores Cayo JULIO Cesar y Cesar Octavio AUGUSTO.El resto de los meses tienen nombres que corresponden a su ubicaciòn en el antiguo calendario septiembre, sèptimo mes; octubre, octavo mes; noviembre, noveno mes y diciembre el dècimo.
 
Siempre que comienza un nuevo año la gente tiene màs o menos los mismos temores, se hace los mismos cuestionamientos y siente idènticas incertidumbres...asì como tambièn se traza metas alcanzables algunas...inalcanzables otras...se concientiza y hace un trato consigo mismo de mejorar si es que algo no va bien en su vida....Hemos comenzado un "nuevo año"....ojalà las cosas salgan bien...para bien de todos, valga la redundancia...